Hace ya muchos años que abiertamente nos relacionamos con el concepto de terapia con otro prisma, otro enfoque, todos conocemos a alguien, o incluso nosotr@s mism@s, que por suerte está pasando por un proceso de cambio y se acerca a solicitar herramientas y guía profesional para afrontar y superar su situación.
La terapia puede tener una alcance muy amplio, en todos los ámbitos, no necesariamente nos vamos a limitar a exponerla como cambios conductuales, físicos o emocionales, que también. El alcance va muchos más allá.
Para plasmarlo de manera breve, ya que no se puede abarcar el océano con un vaso de agua, la terapia , podríamos decir, que es ese proceso en el que vamos a clarificar el lugar en el que nos encontramos, lo que sucede dentro de nosotros, cuáles son esas dificultades que estamos atravesando en éste momento, y lo mejor de todo, cómo superarlas, pero no sin antes haber marcado nuestro destino, nuestro punto de llegada, ya que para poder trazar la ruta de viaje tenemos que saber donde estamos y a dónde queremos viajar.
Desde ahí podemos abarcar cualquier situación que haya por medio, es donde se va a dar cualquier proceso de cambio, donde vamos a encontrar las herramientas necesarias para alcanzar aquello que nos hayamos planteado, ya sea en el ámbito personal, laboral o interrelacional.
Es por ello que ésto nunca termina, ya que como presentaba en el artículo anterior, y aprovechando para recordarlo, encontramos tres tipos de cambios: Remediativo, generativo y evolutivo.
Recordemos que el cambio -remediativo- es aquel que como un medicamento me va a servir en un momento puntual para paliar una situación concreta.
El cambio –generativo- es aquel a partir del cual voy a empezar a generar nuevos recursos y herramientas internas par desenvolverme de manera eficaz en algunas situaciones.
Y el cambio -evolutivo- es aquel que buscamos de manera consciente, con esfuerzo y constancia, aquellos que cambios que están directamente relacionados con la identidad, la misión y el propósito y son duraderos en el tiempo.
Una vez dicho esto, plantearemos lo que entendemos por -holístic@-, aquella que abarca todos los planos del ser , es decir, una visión que tiene en cuenta al ser humano de manera integral, en su totalidad, en el plano físico, mental y emocional y el plano espiritual.
La etimología de la palabra -holístico- hace referencia a algo que no tiene partes, al todo de la cuestión a referir. Así que ese será el punto de partida en nuestra mirada.
Vivimos en un mundo en un momento en el que es importante tener presente éste enfoque, ya que, pretender mantener la idea de que el cuerpo, por ejemplo, es un organismo aislado de la mente y de las emociones, o viceversa, es algo caduco, todos hemos oído, o incluso experimentado, de somatizaciones corporales, producidas de muy distintas maneras, y es que no olvidemos, que una emoción o un pensamiento mantenidos en el tiempo tiene efectos inevitables en nuestro cuerpo, al igual que nuestro cuerpo e incluso postura tienen efectos inmediatos en nuestra forma de pensar y de construir las emociones. Sería absurdo pretender abordar una situación parcelando al ser humano como si fuera elementos aislados. Así que recuerda, cuando quieras aprender a cocinar, acércate a preguntar a una escuela de cocina.
¿ Quieres más información?, ¿Te encuentras en una etapa de tu vida de cambios y necesidades de acompañamiento para un cambio evolutivo? contacta a Marcos a través de sus redes sociales @marcosgderozas
Marcos G. de Rozas Terapeuta